El fiscal pide 9 años de cárcel para Rafael Bornia como supuesto autor de un delito contra la salud pública relacionado con un alijo de 42 kilos de coca. El caso se resolvió gracias a un policía que vivió 7 meses infiltrado en la banda de Bornia. En el mismo proceso se piden 8 años para otro supuesto narco, el Trota.
El fiscal antidroga de Las Palmas presentó a mediados de esta semana ante la autoridad judicial las conclusiones en las que solicita una condena de nueve años de prisión y multa de tres millones de euros para el presunto narcotraficante Rafael Bornia Bordón, de 56 años y natural de Puerto del Rosario (Fuerteventura), al que acusa de un delito contra la salud pública con la agravante de reincidencia.
Los cargos que ahora se presentan contra Bornia –pendiente de otro juicio por blanqueo de capitales ante la Audiencia Nacional– están relacionados con la aprehensión de un alijo de 42,5 kilos de cocaína sudamericana con una riqueza media del 60,58% –valorado en 1.400.000 euros– el 5 de noviembre de 2010 en el aeropuerto de Tenerife Norte .
La instrucción del caso desembocado en la próxima apertura de juicio oral contra Bornia y contra otros tres imputados, a los que se acusa como presuntos integrantes de la organización del supuesto capo majorero.
Uno de ellos es Juan E.C., un empresario de Las Palmas conocido como el Trota que en su día regentó una popular boutique de artículos de surf en la capital grancanaria y que en los noventa fue condenado por tráfico de drogas a penas que ya ha cumplido en la actualidad.
Donnie Brasco. La supuesta banda fue desmantelada a finales del año pasado con recursos de película de Hollywood, específicamente de Donnie Brasco, protagonizada por Johnny Deep: un miembro de la Unidad Central de Drogas y Crimen Organizado (Udyco) de la Comisaría General de Policía Judicial se infiltró en la organización durante siete meses.
El agente se ganó la confianza de los acusados y simuló ser una persona con recursos que ofrecía infraestructura para traer a España una importante partida de cocaína. Llegó a convivir literalmente con Rafael Bornia y con el Trota, compartiendo vivienda y durmiendo en literas con los imputados.
Además de contra Rafael Bornia y contra el Trota, a los que el fiscal acusa como supuestos cabecillas de la banda, los cargos se extienden a los supuestos mediadores Ángel B.S. y Domingo Gabriel R.L.
El fiscal pide para el Trota ocho años de prisión y multa de tres millones, siete años y multa de dos millones para Domingo Gabriel R.L. y seis años y tres millones de multa para Ángel B.S. Además, interesa el comiso de la droga y de los bienes de los imputados.
La principal prueba del Ministerio Público, además de la droga, es el testimonio del agente infiltrado, que prestará declaración en el juicio que se celebrará en su día ante la Audiencia Provincial de Las Palmas bajo estrictas medidas de seguridad para preservar su identidad.
Los cargos que ahora se presentan contra Bornia –pendiente de otro juicio por blanqueo de capitales ante la Audiencia Nacional– están relacionados con la aprehensión de un alijo de 42,5 kilos de cocaína sudamericana con una riqueza media del 60,58% –valorado en 1.400.000 euros– el 5 de noviembre de 2010 en el aeropuerto de Tenerife Norte .
La instrucción del caso desembocado en la próxima apertura de juicio oral contra Bornia y contra otros tres imputados, a los que se acusa como presuntos integrantes de la organización del supuesto capo majorero.
Uno de ellos es Juan E.C., un empresario de Las Palmas conocido como el Trota que en su día regentó una popular boutique de artículos de surf en la capital grancanaria y que en los noventa fue condenado por tráfico de drogas a penas que ya ha cumplido en la actualidad.
Donnie Brasco. La supuesta banda fue desmantelada a finales del año pasado con recursos de película de Hollywood, específicamente de Donnie Brasco, protagonizada por Johnny Deep: un miembro de la Unidad Central de Drogas y Crimen Organizado (Udyco) de la Comisaría General de Policía Judicial se infiltró en la organización durante siete meses.
El agente se ganó la confianza de los acusados y simuló ser una persona con recursos que ofrecía infraestructura para traer a España una importante partida de cocaína. Llegó a convivir literalmente con Rafael Bornia y con el Trota, compartiendo vivienda y durmiendo en literas con los imputados.
Además de contra Rafael Bornia y contra el Trota, a los que el fiscal acusa como supuestos cabecillas de la banda, los cargos se extienden a los supuestos mediadores Ángel B.S. y Domingo Gabriel R.L.
El fiscal pide para el Trota ocho años de prisión y multa de tres millones, siete años y multa de dos millones para Domingo Gabriel R.L. y seis años y tres millones de multa para Ángel B.S. Además, interesa el comiso de la droga y de los bienes de los imputados.
La principal prueba del Ministerio Público, además de la droga, es el testimonio del agente infiltrado, que prestará declaración en el juicio que se celebrará en su día ante la Audiencia Provincial de Las Palmas bajo estrictas medidas de seguridad para preservar su identidad.