9 nov 2010

LOS GRANCANARIOS ‘HIJOS DEL RITMO’ PRESENTAN EN LA SIT SU ÚLTIMA LOCURA MUSICAL: ‘BLOOBLOOP’


Las funciones de este espectáculo de percusión alternativa tendrán lugar el viernes 12 y el sábado 13 de noviembre a las 20.30 horas

La compañía grancanaria de percusión alternativa ‘Hijos del Ritmo’ toman la Sala Insular de Teatro para presentar al público de la capital su cuarto espectáculo ‘BlooBloop’, un montaje en la que casi cualquier cosa se convertirá en un instrumento musical para crear “todo un despliegue de ritmo, humor, percusión y mucha energía”. En esta ocasión, los chicos del sureste grancanario (todos son estudiantes de secundaria) harán de las suyas en el laboratorio de un “científico algo loco” que anda obsesionado con el estudio de la capacidad de los más diversos objetos para producir sonido y, con él, música. ‘Los hijos del ritmo’ no utilizan instrumentos musicales convencionales a la hora de montar y coreografiar sus espectáculos, utilizando en sus composiciones una colección extravagante de objetos que van desde el uso del propio cuerpo humano hasta diversos materiales de desecho pasando, en esta ocasión, hasta por un plátano. ‘BlooBloop’ se pone en escena los días 12 y 13 de noviembre (20.30) en la Sala Insular de Teatro.

Las entradas ya están a la venta en las taquillas del Teatro Cuyás, en la página web de Cajatique (www.cajatique.com), en el teléfono 902 405 504 y en la propia Sala Insular de Teatro desde una hora y media antes de cada una de las dos únicas funciones programadas.

Los miembros de esta joven compañía, formada por Iván López, Gacel del Pino, Paulino Quintana, Heriberto Sánchez, Sara Sánchez, Alba Santana, Amado Santana, Adrián Vega y Saulo Valerón, se meten en la piel de ayudantes de este científico. La experimentación es la base de un descubrimiento sensacional: se puede hacer música con casi todo lo que tenemos a mano. El resultado de esta travesura es un montaje que “despliega un potencial rítmico, sonoro y visual de mucha fuerza”.

El laboratorio de este genio obsesionado por el compás se convertirá en una gran orquesta formada por un nutrido cuerpo de tubos de ensayo, una sección de taburetes, mesas solistas o botas que harán los más disparatados, pero rítmicos, acompañamientos. La dirección musical de este alarde de ritmo y sincronización ha corrido a cargo de Saulo Valerón, mientras que Marcos Hernández es el responsable del espacio escénico por el que este grupo atípico y genial de ‘pibas y pibes’ se moverán haciendo música e sus travesuras.

El grupo de percusión ‘Los Hijos del Ritmo’ es una curiosa propuesta musical rítmica y escenográfica, que nació en Los Llanos (Vecindario, Gran Canaria) en 2004. Desde sus comienzos, el grupo trabaja en la creación de ritmos a través del propio cuerpo (o usando elementos cotidianos del entorno), emulando a los consagradísimos grupos Mayumaná (Israel) o Stomp (Reino Unido). Fue precisamente una visita del grupo Mayumaná a Gran Canaria (para actuar en el Teatro Cuyás) lo que dio origen a esta compañía atípica formada por muchacho y muchachas que, este año, cursan en su mayoría segundo de Bachillerato..

A partir de ahí se forma un grupo estable de chicos y chicas, que – bajo la dirección de Saulo Valerón- preparan un espectáculo al que pusieron de nombre “Mayumaclónix”. Se trataba de un espectáculo en el que se conjugaba la percusión realizada con el propio cuerpo con la que fabricaban con otros elementos tales como cubos de basura, baldes o mesas de estudio.

El grupo paseó ese espectáculo por diversos lugares de Gran Canaria (teatros y centros educativos, principalmente), donde la espontaneidad y frescura del montaje hizo que no tardaran en granjearse el favor y el aplauso del público.

Esta aventura se ha consolidado como una de las propuestas más divertidas y originales del panorama escénico canario. Con cuatro espectáculos a cuestas, ‘Los hijos del ritmo’ son ya una realidad asentada. Un ejemplo claro de su solidez como grupo llegó de la mano de ‘Play’, un espectáculo que, después de girar por Canarias y varias ciudades peninsulares, congregó a más de 15.000 espectadores.